DÍA 20
El Señor ha escuchado mi llanto y mi súplica.
Él responderá a todas mis oraciones.
—SALMO 6.8-9
Padre:
Te damos gracias porque has escuchado nuestra petición. Fortalécenos por el poder de tu Espíritu para que vivamos de tal manera que te glorifiquemos.
Perdónanos cuando hagamos cosas que te desagraden y nos separen de tu presencia. Guíanos cada día para que podamos vivir de una manera que te agrade.
Que por siempre seas alabado.
***.
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