DÍA 16
Por ello me arrodillo ante el Padre, de quien recibe su nombre toda familia —tanto las que están en el cielo como las que están en la tierra—, y le pido que de sus gloriosas riquezas los fortalezca interiormente por medio de su Espíritu… para que puedan entender lo ancho, largo, alto y profundo que es el amor de Cristo… Así estarán completamente llenos de Dios.
—EFESIOS 3.14-16,18-19
Señor:
¡Nos arrodillamos ante ti con humilde gratitud por tus dádivas de virtud y autoridad, de fortaleza y poder! Reclamamos las riquezas de tu gloria y la plenitud de tu gracia que vienen mediante tu Espíritu que mora en nuestro interior. Oramos para que nuestra nación permanezca firme y establecida en el conocimiento de tu verdad y en la promesa de la victoria que es nuestra por medio de Cristo Jesús quien nos ama.
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